Partimos de Zamora de madrugada en un minibús que nos dejó en la T4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas. El vuelo transcurrió sin incidencias y a la llegada nos estaba esperando el conductor de otro minibús que nos llevó hasta Nottingham. A la llegada nos esperaba, al menos, un miembro de cada host family (familia de acogida).
Superado el primer momento del encuentro con quienes nos iban a hospedar, llegó la hora de separarnos y distribuirnos con nuestras familias.
Al día siguiente, primer día de nuestras visitas a los centros de la LEAD Academy Trust, tras superar el pequeño susto de ver la calle con una ligera capa de nieve, tomamos contacto con los centros, alumnado, Director/a y profesorado; salvo dos de los colegios, que ese día tenían "Training Day". La primera jornada fue sorprendente porque empezamos a ver aspectos muy diferentes entre esos centros y los nuestros, las instalaciones, el alumnado, la dedicación del profesorado, los tiempos de las asignaturas, la inclusión étnica, etc.
El martes amaneció con algo más de nieve en la calle, pero nuestras visitas continuaron sin dificultades. Seguro que lo habríamos aprovechado aún más de haber sabido que, para muchos, iba a ser el último día en nuestros coles. Continuamos viendo aspectos diferenciadores y también, cómo no, aspectos comunes, y seguimos sorprendiéndonos al ver las "assamblies", la actitud de los niños y niñas, los cuadernillos del alumnado, los profesores "assistant", etc.
El miércoles se acordó que fuera nuestro día libre para conocer Nottingham. Cuando vimos las calles comprobamos que tenían más nieve que los días anteriores y hacía un frío gélido. Visitamos la ciudad, paseamos por ella, fuimos al Castillo, comimos en la taberna más antigua de Inglaterra y nos nevó, claro. Por la tarde tuvimos un acto "oficial" y fuimos todos a las oficinas de la LEAD Academy Trust para entregar a Diana Owen, la "Chief Executive", un detalle como recuerdo y como agradecimiento a la Institución que ella representaba por todas las atenciones recibidas.
El jueves, cuando nos asomamos para ver si había nevado, nos encontramos con una buena capa de nieve. Nuestros Whatsapp estaban que ardían porque algunos directores/as estaban sopesando cerrar sus centros. Finalmente todos menos uno cerraron y no pudimos disfrutar de nuestro tercer día de visita y observación. Y lo peor fue que siguió nevando, por lo que era incierto saber qué pasaría al día siguiente.
Y lo que ocurrió ese día siguiente, el viernes, fue que seguía habiendo mucha nieve en las calles, las comunicaciones seguían siendo complicadas y todos los colegios menos uno volvieron a cerrar. La Directora de ese centro, una persona encantadora, nos invitó a que fuéramos todos a su colegio y así lo hicimos. Poco a poco fuimos llegando, cada uno como pudo, a lo largo de la mañana y nos distribuyeron por parejas en distintas clases. No fue lo mismo que en días anteriores, pero al menos no perdimos otro día... La pena es que debido a estas incidencias en muchos casos ni siquiera pudimos despedirnos del profesorado ni del alumnado de los coles a los que habíamos sido asignados. ¡Nos fuimos el martes y ya no volvimos!
El sábado tocó despedirse de las familias que tan bien nos trataron y repetimos el viaje a la inversa sin ningún incidente salvo unas carrerillas por el aeropuerto de Heathrow.
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